El tráfico aéreo alcanza la plena recuperación con cifras que ya superan los niveles prepandemia
- La Asociación ve con optimismo moderado el buen comportamiento de la demanda, condicionada por la evolución geopolítica y económica
- El sector aéreo supera el nivel de oferta prepandemia con la programación de un 12,8% más de asientos este invierno con respecto al de 2018/2019, pese a la incertidumbre global
- ALA hace un llamamiento al futuro Gobierno para favorecer la descarbonización de la aviación con incentivos a la producción de combustible sostenible SAF
Madrid, 19 de octubre de 2023. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), organización líder del sector en España que aglutina el 85% del tráfico aéreo, ha anunciado hoy las previsiones para este invierno, con una oferta de asientos prevista de un 12,8% por encima de la temporada de invierno 2018/2019, con incrementos superiores en regiones como Canarias o Andalucía. Estas buenas previsiones y la evolución positiva del tráfico aéreo a lo largo de este año, que ya supera las cifras prepandemia, anticipan la consolidación de la recuperación en 2023 con la posibilidad de batir el récord de tráfico aéreo en nuestro país.
La senda de crecimiento constante del tráfico aéreo mantenida en 2023 ha permitido superar la barrera de la prepandemia, logrando cifras por encima de los niveles de 2019, con un porcentaje de crecimiento de pasajeros del 1,3% en lo que llevamos de año (hasta septiembre incluido). El verano se ha comportado muy bien, superando en un 1,2% los pasajeros respecto a la campaña estival prepandemia.
Los datos para la temporada de invierno invitan al optimismo y anticipan un año record. En la actualidad hay 127 millones de asientos programados para operarse en España, lo que supone casi un 13% más que los volados en la temporada de invierno 2018/2019. Algunas regiones, como Canarias o Andalucía, presentan unas cifras incluso superiores, con un 24,1% y un 20,4%, respectivamente.
Pese a estas buenas cifras, el sentimiento del sector aéreo es de «optimismo moderado» por las incertidumbres en el ámbito geopolítico y económico que ensombrecen el horizonte. En este sentido, la evolución de la guerra entre Israel y Hamás puede presionar al alza el precio del petróleo ya muy tensionado y, con ello, el coste del combustible, a lo que se suma la tendencia inflacionista, la evolución alcista de los tipos de interés, sin olvidar la guerra en Ucrania, factores que pueden condicionar la demanda.
“Por el momento el tráfico aéreo se está comportando muy bien y las cifras están demostrando las ganas de los pasajeros de viajar. Encaramos la recta final del año con la expectativa de que 2023 sea el año de consolidación de la recuperación, con cifras incluso por encima del 2019, que fue un año récord de pasajeros. Si mantenemos este ritmo positivo superaremos esos registros”, afirma el máximo representante de ALA.
Incentivos al SAF frente a impuestos que no descarbonizan
Por otro lado, el presidente de ALA ha aprovechado su intervención para hacer un llamamiento al nuevo Gobierno que se conforme próximamente para que apoye la transición ecológica de la aviación en un momento decisivo en el que se están decidiendo las políticas públicas que configurarán el camino a seguir por el sector aéreo. En este sentido, ha apelado a la necesaria colaboración público privada para encauzar la mejor ruta para la descarbonización del sector aéreo, lo que pasa necesariamente por el combustible sostenible de aviación (SAF), con capacidad de reducir en un 80% las emisiones de Co2 del ciclo de vida del carburante. Por ello, ha pedido incentivos para escalar la producción de SAF (en 2019 representaba el 0,1% del total del combustible) y abaratarlo (es entre 3 y 6 veces más caro que el combustible convencional).
“El SAF no es sólo una oportunidad para descarbonizar el sector aéreo, es una oportunidad para el país”, ha afirmado Gándara, quien señala que si en España se desarrollasen las entre 30 y 40 plantas de SAF que se necesitan para cubrir las necesidades de la aviación, se generarían 56.000 millones de euros de PIB y 270 000 nuevos puestos de trabajo, mientras que un impuesto al combustible, además de no descarbonizar, provocaría la pérdida de 4,5 millones de turistas internacionales, además de 169.000 empleos y casi 10.000 millones de euros del PIB en 2030. “No podemos perder tiempo, tenemos que aprovechar la gran oportunidad que se le presenta a España, a nuestra industria, de convertirse en un centro de producción y exportación de SAF al resto de Europa”, ha incidido el máximo responsable de ALA.